Super reseña: Kiss en Argentina


Tardé mucho en escribir esta reseña. La falta de tiempo es un motivo, pero no el único. También necesitaba madurar algunas ideas en mi cabeza, analizar las opiniones de propios y extraños, y leer lo que escribieron los medios masivos y especializados, y también algunos blogs como el del siempre lúcido Mike de Kissteria. Necesitaba todo eso y, como esta bitácora no está presionada por urgencias periodísticas, pude darme ese lujo.

Los que me conocen saben que Kiss es mi banda preferida. No es la mejor, ni la más cool, ni la más moderna, es simplemente la que me cautivó para siempre siendo muy pequeño. Mucho antes de entender el significado de la palabra “rebeldía”, Kiss fue una tabla salvadora entre tanta música desechable en este país: mientras el mundo se sumergía de lleno en la new wave y el post punk, en Argentina los artistas del momento eran Raffaella Carrá, Richard Clayderman, Village People y los Bee Gees con su Fiebre de sábado por la noche. En este microclima a contramano del mundo, la música y la estética de los cuatro neoyorkinos era mal vista por las figuras de autoridad y considerada un perjuicio para la juventud, condimentos extras que terminaron de capturar a un pequeño y solitario Inconsistente de tan sólo ocho años.

Con este background llegué el sábado a River para presenciar el tan ansiado recital de Kiss en Argentina luego de diez años de ausencia. No supe nada de las bandas teloneras, sólo presencié los minutos finales de un potente set de los Ratones Paranoicos. Luego supe que hubo cierto mal humor del poco carismático Germán Daffunchio de Las Pelotas, que tuvo que lidiar con la incomprensión de una Kiss Army poco interesada en su música.

Welcome to the show

All right Buenos Aires. You wanted the best, you got the best, the hottest band in the world: ¡Kiss! La ya clásica frase de batalla fue el preludio de un show histórico, con todo lo bueno y lo malo que esto implica.

El set list estuvo compuesto en su mayor parte por temas del antológico disco en vivo Alive de 1975, arrancando con Deuce, siguiendo con Stutter, Got to Choose, Hotter Than Hell, Nothin´ to Lose, C´mon and Love Me, Parasite, She, Watchin´ You, 100.000 Years, Cold Gin, Let Me Go, Rock n´ Roll, Black Diamond, y terminando en forma absolutamente festiva con Rock and Roll all Nite. De este disco sólo hubo dos ausencias: Rock Bottom y Firehouse, este último, verdadero clásico de la banda que siempre fue ejecutado en vivo y donde Gene Simmons hacía su tradicional acto lanzallamas, llevado a cabo esta vez al final de Hotter Than Hell.

Salvo por Rock and Roll all Nite, me atrevería a decir que esta primera parte con pocos hits fue sólo para entendidos. No digo que no haya sido disfrutada por el público masivo, sino que fue como una máquina del tiempo para los fans, los que en su gran mayoría tenemos a este disco como uno de los trabajos más representativos de la banda.

Le siguieron los bises con Shout it out Loud, Lick it Up, I Love it Loud, I Was Made Lovin´ You, Love Gun y Detroit Rock City, ahora sí, con un público totalmente enfervorizado, que cantó y aulló con cada una de las canciones.

Como balance me quedo con una sensación: Kiss está pasando por un buen momento. La banda suena bien, sin fisuras, compacta, y eso se nota en el buen humor de los músicos, algo que faltó en la última visita donde las tensiones grupales eran más que notorias.

A nivel individualidades, quiero empezar por el guitarrista Tommy Thayer, el tipo al que le toca estar nada menos que en los zapatos de Ace Frehley en su rol de Spaceman. Coincido con Mike en que no cuenta con el carisma que tenía Ace, pero creo que sabe suplir esa falencia con una ejecución impecable de todo el repertorio. Thayer toca igual que Frehley, pero sin sus tradicionales pifies en vivo (para el que no lo sabe, es fan absoluto de Kiss y Ace Frehley es su ídolo, por lo que está viviendo el “sueño del pibe” a los 49 años). Además, está sobrio, no da problemas y es un empleado obediente, algo que Gene Simmons jamás pudo lograr con Ace. Y esto que voy a decir es una blasfemia, pero no me importa: luego de ver la lamentable performance de Frehley en su última visita a Buenos Aires, prefiero que su lugar sea ocupado por el bueno de Tommy. Lo siento.

La batería y el papel de Catman corren por cuenta de Eric Singer, pero bajo una realidad totalmente diferente. Singer lleva el maquillaje de Peter Criss y canta en Nothin´ to Lose y Black Diamond, pero las semejanzas se terminan ahí. El baterista, que ya estuvo en Kiss en su etapa del disco Revenge, así como en otras bandas como Black Sabbath o Alice Cooper, tiene un estilo propio que poco y nada tiene que ver con la onda jazzera de Criss. Sin embargo, la banda sale ganando con esta diferencia, y tal como ocurre con Thayer, su desempeño es muy superior a la etapa final de su antecesor, al que todos amamos, pero tenemos que admitir que va derecho al retiro. Lo siento otra vez.

El bajista Gene Simmons me dejó una sensación extraña: no lo noté conectado 100% con el recital. Estaba ahí, pero no estaba entregado, o por lo menos no tanto como el resto o como solía estarlo antaño. De todas maneras, su carisma es demoledor y su presencia avasallante, por lo que cautivó completamente al público que festejó cada una de sus apariciones, incluso en el momento en que quedó a mitad de camino, colgando a metros del suelo, cuando se suponía que debía elevarse hasta una plataforma en lo más alto del escenario para terminar de cantar luego de su acto de vomitar sangre.

Para los que conocemos la historia de la banda, esta situación con Simmons es casi un deja vu. No es la primera vez que se entrega en forma regulada debido a sus actividades extra musicales. En el pasado, por su fallida carrera cinematográfica, y en la actualidad, por sus negocios y realities de dudosa calidad.

La verdadera estrella del show fue Paul Stanley. El vocalista y guitarrista se calzó al hombro la banda, y hoy por hoy es su corazón y motor creativo. Fue suya la decisión de volver a los estudios para grabar luego de una década –a pesar de la negativa de Simmons, enojado con los fans que descargan música de Internet– y también fue quien decidió producir el disco, tal como ocurrió en los 80, cuando Simmons estaba ocupado filmando bodrios clase B en Hollywood.

A pesar de abusar de ciertos clichés, como las lamentables y repetidas frases en español “esta noche es la noche” y “no hablo el español muy bien pero comprendo sus sentimientos y sus corazones, y mi corazón es suyo”, lo de este tipo fue notable, demostrando nuevamente por qué es uno de los front man más grandes de la historia del rock. ¿Qué hoy por hoy se parece más al Marcel Marceau de la vejez que al Paul Stanley de la juventud? Es cierto, pero no parece haberse dado cuenta o no parece importarle, y la verdad que a mi tampoco.

En definitiva, Kiss dio un show de los que se ven poco y nada en esta parte del mundo. El sonido fue casi perfecto –hubiera deseado más volumen– y la puesta en escena despampanante, como debe ser en cualquier recital de la banda. Si me pongo quisquilloso, sólo puedo achacarles algo: tanta prolijidad y pasteurización. En los videos de los años 70 se los veía tan salvajes… Me encantaba que Stanley se quedara sin aire de tanto saltar y tuviera que saltear una estrofa; que Peter Criss terminara revoleando su batería al final de Black Diamond, como ocurrió en el programa Midnight Special de 1975; o que Simmons convirtiera su solo de bajo y vómito de sangre en una salvajada visual nunca vista.

Extraño ese salvajismo de antaño, esa aura peligrosa y prohibida que sabían potenciar como nadie. Pero habrá que resignarse: supongo que todos estamos envejeciendo, ¿no?

13 comentarios:

Vero dijo...

Me encanto la reseña. Se nota a la legua que lo disfrutaste, que te encanta el grupo , y que te trajeron recuerdos de tu juventud muy copados .Me hiciste sentir ahí y me ayudaste a entender un poco más lo que vivió, vio y sintió Manu ese día. Seguramente dentro de unos 30 anios el le cuente a sus hijos que su primer recital fue el de un tal grupo llamado kiss... Y lo recuerde desde la nostalgia y la sorpresa como lo recordaste vos hoy. ESta de más decirte que escribís cada vez mejor o será que cuando uno escribe con el cuore uno escribe tan tan bien y con tanta claridad y poder de síntesis? Beso me gusto !

Anónimo dijo...

NO te metas con los Bee Gees!
Maurice

Anónimo dijo...

jajajjaa, si, che, ojito con los bee gees. Y si mal no recuerdo, tambien era la epoca de Queen.

Me encanta leerte asi. Transmitis pilas, hasta me dan ganas de ir a verlos la proxima vez! Aunque claro, tendria que ser con vos para apreciarlo bien.

Mariano Man dijo...

El show debe continuar hasta que Stanley muera en el escenario o Chaim Witz decida volver a su patria, donde deberá hacer la colimba.
Buena reseña, sentida.

Anónimo dijo...

No creo que sea por envejecimiento la falta de "salvajismo" como la llamás. Quizás, y no te ofendas, nunca fue tan real en su momento, sino una coyuntura de los años 70. Ahora la resignifican haciendo un show guionado, efectista tipo comedia musical. No mejor ni peor, sino distinto.

DIgo esto pensando en tipos (y reseñas mismas tuya) como Iggy Pop, o Bowie, o los mismos Stones que si se puede decir que envejecieron, pero solo porque cumplieron años. ¿Se entiende?

muack Inco, muy bien escrita la reseña, congrats

Anónimo dijo...

un show inolvidable y la gente se paso y kiss demostro en su primera parte que no son solo bombas y hits , rockearon a morir y eso que fui con amigos que no eran fanas de kiss y salieron alucinados hasta un fan de maiden me dijo que le parecio mejor que el show de maiden en velez , bueno a esperar el nuevo disco , buena reseña y saludos , SGN , SAN NICOLAS.

Mike dijo...

Gracias por tus palabras! Como de costumbre, excelente tu reseña y muy buenos los links con los videos de la epoca de oro. Yo sabía que el show de Kiss era nostalgia pura pero esperaba un poco mas de frescura. Paul y Gene estan en buena forma pero ya son tipos grandes. Me encantaria ver a esta formacion actuando en el Luna Park, por ejemplo, pero sin los maquillajes. Eso seria mucho mas interesante, para mi gusto. Creo que como decis, la clave está en que todos estamos envejeciendo. Nuestro analisis tiene mucho mas sentido desde ese lugar. Abrazo enorme. El comentario que borré comenzaba con un insulto totalmente gratuito y no argumentaba de manera coherente contra mi reseña.

El inconsistente dijo...

Vero: Muchas gracias por tus palabras

Anónimo: Perdon Maurice!! Todo bien con los Bee Gees jaja

Rosario: En el 2010 hay disco y gira nueva. Si te animas, vamos

Mariano: Se comenta que Kiss se niega sistemáticamemte a visitar Israel. Ahora entendo el motivo y los miedos de Chaim

Merengadas: Gracias. Igual, ya te comenté en la previa de Lost los motivos por los que no estoy de acuerdo con vos. Besos

Gracias Nicolas. Y que vuelva Kiss con disco nuevo

Mike: Falta de frescura, esa es la clave. Ayer lei a un tipo que decia que hubo playback en algunos pasajes. Vos que pensas?

Mike dijo...

En ningún momento del show se me cruzó por la cabeza, o por los oidos, la posibilidad del playback. En absoluto.

kika dijo...

Frescos o marchitos hoy ví un fragmento por tele y la verdad...daban ganas de estar ahí. (jo, al teléfono, me decía "están todos vestidos de negro!" yo: no bolu, si van a ir con una remera de hello kitty. carcajada. fin.)
Muy buena tu crónica, honesta y didáctica. Eso de poder tomarse unos días para procesarlo es tal cual.
beso y gracias!

uma dijo...

qué me recomendás para empezar a conocer a kiss?? siempre tuve algunos de prejuicios x su fama de matapollitos y x el maquillaje que portan, pero cuando escucho algo de ellos x radio y luego dicen que era de kiss, pienso: "ah, pero están buenos, me gustan, nada que ver con su imagen"! dale, plis, si podés, recomendame algo, ya que me gustaría conocerlos. gracias y beso.

Está muy bien... dijo...

Buena reseña Inco, sabe ser objetivo, está muy bien...
Y si, los años también pasan para los muchachos de Kiss... Desde la ignorancia, sin ser fan de la banda, y habiendo visto sólo cuatro/cinco canciones que pasaron por la tele concuerdo contigo en como Stanley marca la diferencia (siempre tuve una particular admiración por el tipo)es el "chico estrella" de la banda, je...
Y tenés razón, In! últimamente he visto a Simmons, cual Droopy, girar por varios realities y comedias americanas, cuánta energía ese "chico"!

Me alegro que lo hayas disfrutado tanto después de diez años de espera. Lograste trasmitirlo. Se agradece!

Kisses de domingo!

Ah... y de nada, está bueno pasar y leerte siempre.

Emb.-

playback???? jodéme! y vos qué pensás?

Caro Pé dijo...

envejecer? No, nadie envejece, yo menos;)

Excelente crónica nuevamente Inco.
Me voy a revisar los link que dejaste.

YO estallaba en Margarita con algún q otro clasicón de Kiss.
Cuando empecé a ir a Margarita Av Cabildo casi Gral Paz.
Estoy casi podría dedir ignagurando mi 3era década.(a tu preg, contesto)

pd: Te cuento algo curioso y q me encantó, estuve en Halley una vez, y a los 15 me escapé y fuí a Airport a la noche.
te suena? Es donde después recaló Margarita.

salu2!