Magnetismo animal crepuscular


Una de mis actividades preferidas en mi viaje a Cartagena eran las caminatas por la playa a la hora del crepúsculo. Me sentía como Kwai Chang Caine en la serie Kung Fu y de hecho, si me concentraba, hasta creía escuchar la musiquita con la que todos identificamos a la tira protagonizada por David “Kill Bill” Carradine.

En una oportunidad, caminaba abstraído en mis propias reflexiones cuando se produjo el siguiente diálogo con otro Kwai Chang Caine solitario y crepuscular, aunque un poco más excedido de peso que yo, si acaso eso es posible.

Desconocido: Oye ¿tienes hora?
Yo: Creo que son más de las 7:30, pero no tengo reloj
Desconocido: ¿Ah, eres argentino?
Yo: Sí
Desconocido: Por allá también hay una argentina. ¿Estás con ella?
Yo: No
Desconocido: ¿Quieres compañía?
Yo… (silencio de incredulidad y asombro)… No
Desconocido: Bueno, adiós
Yo: Chau, suerte

Veo que mi magnetismo animal se mantiene intacto a pesar de los años...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante y divertida forma de yire...muy sutil y agradable