Isaac Hayes por Javier

Mi amigo Javier subió este comentario con hermosos recuerdos sobre su relación con el gran Isaac Hayes, a raíz de la entrada referida al fallecimiento del gran músico de soul.

Es la primera vez que publico un texto de otra persona en El Inconsistente, no era la idea de este blog, pero ésto es tan delicioso que creo que merece ser compartido con todos.

A disfrutar...

“Uh, en qué compromiso me pusieron. Creo que voy a decepcionarlos. Mi acercamiento a Isaac Hayes es meramente desde la música, la verdad que no conozco mucho más de lo que El Inconsistente expuso. Me acabo de enterar hace un rato de su fallecimiento, luego de cruzarme casualmente con Julius en la facultad que me dio la mala noticia.

Me quedan de él cuatro vinilos: dos álbumes dobles, Black Moses –que fue literalmente roído en parte de su envase por las ratas– y Tough Guys –banda sonora del filme homónimo que además cointerpretó junto al tano Lino Ventura–; y los LP Groove-A-Thon y The Isaac Hayes Movement. Además de estos vinilos 33x33cm, tengo varios CDs conseguidos de importación en los 90s y algo más de la parte valiosa de su discografía conseguida gracias a este invento –tal vez el más importante luego de la imprenta– de Internet 2.

Black Moses me lo compré de oferta allá por el 88, creo que me salió casi lo mismo que el bondi ida y vuelta de Núñez al centro. Está pinchado o cortado en una esquina, como se solía hacer con los discos de ofertas de las disco-librerías-ferias del microcentro (3 x 50 australes). Mezclaban no sé con qué criterio, entre olor a sahumerio y pachuli, a Curtis Mayfield, Funkadelic, Parliament, Four Tops o Temptations, con José Luis Perales o alguna banda melódica peruana del 79. Todo por los mismos módicos convertibles de curso legal parto Surrouille, por suerte (por lo barato, no por el alfonsinismo que tuvimos que sufrir), ya que así se me dieron las condiciones de hacerme mi puñadito base de funk y soul. Así empecé.

Black Moses anduvo varios años desplegado como póster en el cuarto de la casa de mi viejo (donde habitaba en aquellos días), así en su formato en cruz de 99 x 132 cm. Imponente el negro Isaac como un Cristo con túnica y brazos abiertos. Por aquella época, de mi parte, nada de religión, y menos de política, mera intuición estética lo mío, y amor por un sonido que no sonaba por ningún lado entre tanto artificio de plástico ochentoso (y de mal gusto desde ya –sí, polemizo, está en mi naturaleza–). Pero se podía conseguir algo, a cuenta gotas sí, pero accesible y mucho más que cualquier otra oferta de la industria musical de la época. Agradezco mil y una veces al pésimo gusto de quienes deciden qué hay que escuchar, cuál es la onda y en qué hay que gastar; gracias a que ellos arrojaron a James Brown al fondo de las bateas es que un magro salario de Pumper Nic pudo poseer semejante música.

El clima húmedo de Bs As se impuso a los tantos intentos de cinta scotch y cayó el Moses de la pared, víctima luego de los roedores que invadieron el altillo. Eso le sucedió a su packaging, el contenido sufrió los embates de la pesada púa del Kenbrown, vuelta y vuelta de la mejor versión jamás escuchada e interpretada de Never Can Say Goodbye y la gloriosa Part Time Love y algo más que no recuerdo ahora. Pura emoción que por aquel entonces no podía compartir con nadie.

A Shaft lo conseguí un par de años después, 1 a 1 de por medio. Llegué babeado a mi casa, lo puse y me morí. Necesitaba compartirlo con alguien, y lo llamé a Germán a quien se lo hice escuchar por el tubo de la ya privatizada Entel..., obvio que Germi no escuchaba un carajo y me cortó al ratito. Al Tema de Shaft ya lo tenía en un vinilo compilado de esos de música soul (había varios: Soul trane, Rosko, etc). Luego lo conseguí en simple; de lado B estaba Café Regios, que se lo puse a una mina que me dijo: "pero esto es de película de Porcel". No la mandé a la mierda porque me la quería apretar, el amor a la música tiene límites muy concretos, todos tenemos nuestras debilidades, sobre todo en la adolescencia. También lo conocía de las tardes de Sábados de superacción por Canal 11. Ahora, lo que verdaderamente me mató de Shaft fue todo el resto del disco... ¡qué sonido!

Por favor, lo pido de puro cuore, el que no conoce deje de leer ya, métase en algún blog (perdón Inconsistente) y bájese el sonido del mesías negro”.

Javier

6 comentarios:

Alfonso X dijo...

Donde lo puedo bajar? Gracias

El inconsistente dijo...

que disco?

http://www.taringa.net/

Tipea Isaac Hayes en el buscador y hay una oferta variada

Anónimo dijo...

Genial el relato y gracias!

El inconsistente dijo...

Martha: Agradezcalo a Javier, el lo escribio

polemicamail@googlegroups.com

Nati Alabel dijo...

En el Bafici tuve la oportunidad de ver un excelente documental sobre la historia de Stax Records, el sello que editaba a Issac.
SI SOS FAN TENÉS QUE VER ESE DOCUMENTAL! No tengo idea cómo se consigue pero es increíble.

El inconsistente dijo...

Natalia: ¿Cómo se llamaba este documental? Yo tengo uno que se llama Wattstax, sobre un festival de soul en Los Angeles, creo que en el 73. Vos cuál decis?