Obscenidad en las alturas


Anoche me junté con algunos compañeros de la primaria a cenar en la parrilla El 22 de Palermo. Como ya dije en oportunidad del anterior encuentro, tenía algunos reparos sobre la reunión, pero terminé pasándola realmente bien.

Uno de los puntos altos de la noche fue la aparición a último momento de Fabián I, hoy en día "exitoso empresario" y uno de los dueños de una famosa marca de ropa femenina, que se hizo llegar hasta la parrilla movido más por la curiosidad que por los recuerdos, ya que no se acordaba de ninguno de nosotros. Fue muy bizarro eso.

Otro momento importante fue cuando Mariano G nos invitó a visitarlo en su trabajo esa misma noche. ¿Y a qué se dedica el amigo? Bueno, es encargado de obra en el turno noche –creo que el puesto se denomina así, sepan disculpar si no soy del todo preciso en este punto– en la construcción del Château Libertador Residence.

Esta torre de 40 pisos enmarcada en el estilo Neo Academicismo francés –suplico a los arquitectos Julián o Demóstenes que por favor amplíen la información en este punto porque mi ignorancia es absoluta– se encuentra ubicada en Avenida Del Libertador y Campos Salles, a pocos metros del estadio Obras.

Aunque no está concluida aún, la recorrimos completa. Tiene piscina cubierta climatizada, piscina al aire libre con solarium, gym, spa, sauna húmedo y seco, cabina de masajes, vestuarios, salón de fiestas, lobby bar, salón de juegos para niños y adolescentes, jaula de golf y hasta peluquería. Y la vista desde el piso 40 es algo nunca visto, por lo menos para mí. Creo que si le pones un poco de onda, se llega a ver hasta África...

Mención aparte para los detalles de lujo, por ejemplo en el hall de entrada hay cuatro arañas traídas de la República Checa que cuestan 150 mil dólares cada una. En fin, todo bastante desmedido y obsceno, demasiado para mi gusto, pero no para Susana Giménez, Adrián Suar, varios futbolistas ricos de clubes pobres y todos los personajes que se mudarán al complejo a partir de junio.

La verdad que, aunque tuviera el dinero para pagar 2.400 dólares el metro2, como entiendo que se cotiza este edificio, no viviría ni en pedo en un lugar así…

¿Tuviste contacto reciente con algo tan lujoso como el Château? ¿Cuáles fueron tus sensaciones? ¿Vivirías en un lugar así?

6 comentarios:

Demóstenes dijo...

Hablar de Estilo hoy en dia es un discurso perimido, desde que el movimiento moderno dejo su marca en la arquitectura. Pero aun con lo retrogrado que seria hablar de Estilo para este caso seria ser demasiado contemplativo. Este edificio es un cocoliche, carente de cualquier valor estetico, una especie de disneylandia del clasisismo. Es un objeto bizarro, entendiendo esto como algo falso y de mal gusto. Y si alguien dice que sobre gustos no hay nada escrito que se desasne y que lea algun tratado de estetica, ya que mas de un filosofo ha escrito el suyo.
Para terminar de destruir al monstruito, no solo su obsenidad es espantosa. Tambien es horrible lo que produce en la ciudad. Una murralla de infinitos pisos sobre av. Libertador. La idea de una torre es que a cambio de dejar una gran cantidad de suelo libre crece en altura. En este caso, como buen rico obseno, abusa en todo sentido.

Angel Terrible dijo...

Cuando leí “obscenidad en las alturas” en lo primero que pensé fue en la escena que me relató un amigo que llegó la semana pasada de Bolivia, en la que durante una de sus expediciones por el medio de al puna, encontró a una parejita de cholitos metiéndose mano a lo chancho, ante lo cual decidió retirarse discretamente y sacarles fotos desde la distancia... se ve que yo soy mucho más pedestre que vos, será por eso que tampoco elegiría vivir es un lugar tan ostentoso, con que mi sueldo me alcance para, de vez en cuando, comprarme un buen vino y hacer una comida medianamente elaborada soy feliz.

Nati Alabel dijo...

El comentario de Demóstenes explica perfectamente lo que siento cada vez que veo ese edificio (paso seguido, para ir a la facu). No soy arquitecta y no podría explicarlo mejor, pero lo intentaré.
El estilo de la parte inferior del edificio es antiguo, como decís vos, del academicismo francés. Muchos edificios de Buenos Aires son así. Pero es un estilo que corresponde a una época en que no se podían hacer construcciones tan altas, verdad? Entonces, se vuelve una enorme contradicción. La construcción en altura no tiene nada que ver con lo que se ve abajo. Es como una cosa "pegada" o inserta en otra. Un pastiche en el sentido más exacto del posmodernismo.

Veronica dijo...

me parece horrrrrrrrrrrriiiiibleeeeeee !
la entrada esa faraonica que tiene toda dorada me parece aboslutamente cache, por no decir grasa..(sory no uso terminos arquitectonicos por que no lo soy)...
me daria vergueza decirle a alguien que vivo ahi (no!! no vivo es hipotetico) ...quizas si estuvieramos en Paris donde la onda de todos los edificios son parecidos a ese (con mejor gusto..pero ..se entiende ) la cosa no seria tan grotesca..pero ese edificio ahi queda totalmente fuera de contexto..como tirado de los pelos...no me disgustaria haberlo conocido como lo hiciste vos...solo espero no tener algun conocido en el...por que no podria guardar mi comentario lleno de sinceridad: que GRASA es!!!
que van a hacer cuando llueva y se les llene de agua la calle como ocurre siempre en esa zona? tendran lanchas y salvavidas contratados para ese caso ?????? y quizas salgan en yachts no?
y bue...la argentina que vivimos ! besos

Unknown dijo...

No tengo mucho que agregar a lo de Demos y a tu ajustado título. Lo único, una reflexión sobre lo que para alguna gente es la representación de poder y dinero y la ignorancia que ello implica. No creo que los Medicci o los Sforza fueran buenos pibes, pero cuando llamaban a un arquitecto era Miguel Angel o a Bramante. Ni que hablar de nuestros gobernantes de fines del s.XIX, pero sin embargo encargaron El Colón, el Congreso o la biblioteca de la calle Méjico. Lamentablemente hay una clase pudiente que no solo es obscenamente rica, sino que a diferencia de sus predecesores es tremendamente ignorante.

soledad dijo...

son odiosas ese tipo de torres, no vivo ahi ni aunque me maten...bueno, no se si tanto