Viva Las Vegas


Me encuentro desde esta mañana en la ciudad de Las Vegas, EE UU, para cubrir una exposición de tecnología, la más grande del mundo, conocida como NAB.

El viaje fue largo, 11 horas de vuelo hasta Chicago, y luego conexión hacia Las Vegas, lo que contabiliza tres horas y pico más arriba del avión, “mimado” por esas bellas y jóvenes azafatas de American Airlines.

A esto debo sumar las horas de espera y la pesadilla de la Aduana en EE UU, donde me advirtieron que el próximo año que concurra a la exposición de la NAB debo tener una visa de periodista y no una de turista, si no quiero, por supuesto, que me vuelvan a subir al avión rumbo a Buenos Aires.

Inútil fue tratar de explicarle a la simpática agente de la ley que ya tuve una visa de periodista y que cuando fui a renovarla (porque sólo me la dieron por un año) la representante de la embajada me otorgó una visa de turista por diez años. ¿Qué iba a hacer, quejarme? ¿Pedir que por favor me otorguen una de un año? En fin…

Luego, a retirar el equipaje en Chicago, volver a embarcarlo rumbo a Las Vegas, y tratar de pasar por los controles, después de haberme sacado las zapatillas, el cinturón, el saco, y de casi haber vaciado los bolsillos. Lamentablemente olvidé sacar las llaves de mi casa, y el celular, además de que no saqué la laptop del bolso (juro que me olvidé). Así que este “casi” fue tomado por los caballeros de seguridad como “sospechoso” y fui invitado a dirigirme hacia una suerte de pecera donde me hicieron controles más exhaustivos. Claro que cuando observé horrorizado que se acercaba un gordo de 1,90 mts con guantes de goma, ordenándome que “me de vuelta”, supuse que se venía un análisis prostático o algo así.

Pero estoy sentado cómodamente en mi habitación escribiendo esto y no me duele nada, así que no pasó a mayores el episodio.

¡Igual qué importa! ¿Estoy en la Ciudad del Pecado o no?

Bueno, habrá más novedades y sabrosas anécdotas. Aunque, quizás me guarde algunas cosas. Ya lo dice el eslogan que puede leerse en todos los negocios de souvenirs del Boulevard Las Vegas: “What happens here, stays here” (Lo que pasa acá, se queda acá).

Les dejo unos videos de YouTube. Ambos son de la canción Viva Las Vegas. El primero, muy bizarro, interpretado por Elvis Presley en la película homónima de 1964. El otro es de un recital de los Dead Kennedys en el Mabuhay Gardens de San Francisco, en febrero de 1979.



1 comentario:

Anónimo dijo...

What happens in Vegas?