Un antihéroe de hierro
Marvel Comics viene dando en el clavo con las recientes versiones fílmicas de sus personajes. Tanto el Hombre Araña, como X Men, han sido éxitos de taquilla, además de contar buenas historias con actuaciones muy efectivas. Las únicas perlas negras fueron Hulk (aunque ahora se viene la remake) y Los Cuatro Fantásticos, esta última muy inferior, tanto, que no me esforcé en ver su secuela, donde comparten cartel con Silver Surfer.
Bueno, me animo a poner a Iron Man en un lugar intermedio. Y si se acerca algo a la calidad del Hombre Araña y X Men es por los soberbios efectos especiales y la actuación de Robert Downey Jr.
El filme de Jon Favreau (Elf, Zathura) es, por momentos y por responsabilidad total de Downey, una interesante comedia, con algunas líneas de diálogos brillantes.
Cuando el actor tiene luz verde para desparramar todo el desparpajo de Tony Stark, ya sea en su faceta de científico loco, como en las de playboy o millonario excéntrico, la película es realmente entretenida. Incluso toda la etapa constitutiva de Iron Man, con el eterno ensayo de prueba–error de las nuevas tecnologías, es muy llevadera.
En cambio, cuando Iron Man se enfrenta a los bad guys de Afganistán, y en ningún momento se hace referencia a la invasión estadounidense a este país, dando a entender que los únicos malvados del filme son los terroristas y algunos inescrupulosos que los proveen de armas, es ahí cuando la cinta se vuelve demasiado torpe.
Además, y esto ya es hilar demasiado fino, pero no puedo dejar de hacerlo, pido disculpas, el déjà vu con ese hito del hi-tech llamado Transformers es demasiado evidente y hasta un poco molesto. También la influencia de Robocop es notoria, sobre todo en la escena de la pelea final contra el ex mentor de Tony Stark, Obadiah Stane (Jeff Bridges), que terminó creando su propio exoesqueleto: el Iron Mong.
El resto de las estrellas del elenco, Terrence Howard (Jim Rhodes) y Gwyneth Paltrow (Pepper Potts), más bella que nunca, hace lo suyo sin destacar demasiado, aunque me hubiera gustado ver más de Paltrow, que desarrolló un personaje que daba para mucho, pero evidentemente no hay espacio para profundizar, cuando el hombre de hierro ocupa el 80% de la pantalla.
En definitiva, la película se puede ver y entretiene, y ojala le vaya muy bien. No por Marvel, ni por Dark Blade Films, ni por Paramount. Ojala sirva para que la carrera de Robert Downey Jr. despegue y llegue alto, bien alto. Como Iron Man.
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1 comentario:
En otras palabras...fuiste al cine sin mi cuando habiamos dicho de ir juntos
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